A este tipo de lámparas se les llama “vitaminas del aire” ya que tiene la propiedad de ionizar el aire, proporcionando por tanto muchos beneficios para la salud, como por ejemplo mejorando la inmunidad, mejorando el descanso y el sueño, aliviando los dolores de cabeza…etc.
Modelo: Esfera
Peso: 3 a 5 Kgrs.
Alto: 15 cms.
Ancho: 15 cms.
Diam: 47 cms.
Al ser un producto natural y elaborado a mano las medidas y pesos son aproximados, referenciales, ya que no hay ninguna lámpara igual a otra.
Beneficios de las lámparas de sal y los iones negativos
* Atenúan dolores de cabeza y jaqueca.
* Beneficiosas para aliviar las alergias
* Reduce la severidad de los ataques del asma.
* Fortalecen el sistema inmune y aumenta la productividad en el trabajo.
* Favorecen la concentración.
* Aumentan la inmunidad a la gripe.
* Ecológicas, usadas en la antiquísima sabiduría del Feng Shui y en la meditación.
* Decoran y fomentan la sensación de hogar.
Los especialistas en Feng Shui recomiendan este tipo de lámparas como armonizador del entorno ya que contribuye a limpiar de ondas electromagnéticas y energías negativas. Se elaboran empleando sal natural cristalizada en minas formadas a lo largo de más de 250 millones de años en el Himalaya, por esta razón cada Lámpara es un ejemplar único que varía ligeramente de los demás en su tonalidad y forma. Al calentarse por efecto de la ampolleta instalada en su interior, emite iones negativos beneficiosos para el ser humano. Ideal para habitaciones con niños, personas enfermas, asmáticos y alérgicos. recomendada por especialistas en cromoterapia por su emisión de luz anaranjada, beneficiosa para relajar tensiones y contribuir a crear un ambiente distendido y agradable.
Las lámparas de sal son ionizadores naturales que llenan la casa, oficina o comercio de una calidez muy confortable y agradable. Nuestra salud física y mental está influenciada entre otras cosas por la correcta ionización de nuestro entorno. Las lámparas de sal natural del Himalaya, aportan calidez y claridad a los espacios. La sal con la que están fabricadas estas lámparas contiene casi todos los oligoelementos (en particular destaca su alto contenido en yodo) de los cuales depende el buen funcionamiento del organismo. El yodo enriquece el ambiente con iones negativos, equilibrando así el exceso de iones positivos perjudiciales para la salud. Las lámparas de sal son ionizadores naturales que absorben el exceso de ondas electromagnéticas emitidas por radios, TV, computadores, celulares, antenas, etc.
Los cristales de sales naturales del Himalaya emiten iones negativos (-) que son los iones beneficiosos para la salud, durante todo el día y toda la noche. Eso equilibra la función de los átomos y por lo tanto, equilibra las funciones vitales de nuestro cuerpo y de nuestra vida.
Los iones negativos se pegan a los positivos aportando a las moléculas la parte que ha perdido. En otras palabras, los átomos que han perdido el protón lo adquieren nuevamente equilibrando las moléculas de oxígeno que son las que mantienen vivas nuestras células. Ahí dónde está la lámpara de sal del Himalaya, se neutraliza el ambiente de energía negativa y lo purifica. Las zonas urbanas son las más cargadas de iones positivos (+) o nocivos.
Cómo actúan los iones negativos para nuestro bienestar
Los iones de la vida moderna
El aire que se respira en las grandes ciudades y el ambiente en sí es cada vez más perjudicial para la salud precisamente por la falta de ionización negativa (-). La falta de vegetación, la circulación de los coches, los revestimientos aislantes en las paredes de los edificios, los materiales sintéticos como alfombras, moquetas, cortinas, etc. las pantallas de ordenador, además de la polución del aire empobrecen la ionización del ambiente que nos rodea constantemente. Los aparatos de aire acondicionado o de calefacción centralizada empobrecen aún más el aire que respiramos. La falta de energía o pesadez que sentimos en los lugares de trabajo se debe a esos factores. Todo esto sumado a los fluorescentes, moquetas sintéticas, fotocopiadoras, faxes, etc. la carga iónica positiva (+) o llamada también electricidad o carga estática es brutal; a veces llegamos al extremo de soltar una descarga cuando tocamos a otra persona o algo metálico. Ya es común cogerse la manga de la camisa para agarrar la puerta del coche. Esa carga eléctrica es una carga iónica positiva (la perjudicial para la salud). Una buena alternativa para equilibrar el ambiente y el aire que respiramos son las lámparas de sal del Himalaya. Una opción barata y agradable que combate la acción de laionización.
Lámparas de sal y el Feng Shui
Las lámparas de sal del Himalaya atraen el chi o energía, por lo que se convierten en un elemento ideal para estancias decoradas con el estilo Feng Shui (extensamente difundido en occidente). Adicionalmente se pueden utilizar para equilibrar los lugares en que se estanca la energía y crear un ambiente agradable a la par que embellecemos cualquier punto de nuestra casa.
Propiedades de nuestras lámparas
Nuestras lámparas de sal proceden de las salinas de la cordillera del Himalaya, en las que, hace millones de años, antes de que las placas tectónicas chocaran, estaban cubiertas por el mar y fueron levantándose hacia arriba, es por ello, que ha quedado tanta concentración de sal, que junto con otros minerales, le da ese color anaranjado característico de la sal del Himalaya.
A este tipo de lámparas se les llama “vitaminas del aire” ya que tiene la propiedad de ionizar el aire, proporcionando por tanto muchos beneficios para la salud, como por ejemplo mejorando la inmunidad, mejorando el descanso y el sueño, aliviando los dolores de cabeza…etc. Los ionizadores comunes o industriales sólo ionizan y no consiguen mejorar la atmósfera de la habitación como lo hacen las lámparas de sal.
Su color encendido contiene propiedades curativas derivadas de la cromaterapia. Entre las enfermedades que más curaciones se les atribuye a las lámparas de sal, están: Resfriado común, problemas de piel, trastornos de salud mental, enfermedades respiratorias, dolores de cabeza y muchas mas.
La sal está compuesta principalmente por sodio y cloro (NaCl). El sodio tiene carga positiva y el cloro carga negativa. La lámpara de sal al calentarse atrae moléculas de agua desde el aire y se forma por tanto una solución de NaCl y H2O. Igualmente el agua (H2O) tiene dos moléculas de hidrógeno, que es positivo, y una de oxigeno que es negativo. Al final de la reacción, los positivos neutralizan a los negativos, pero siempre queda un negativo suelto que intentará neutralizarse buscando un ion positivo en el polvo, las bacterias, radiación o partículas que corren por el aire de la habitación. De esta manera es como las lámparas de sal ionizan el ambiente y reducen la exposición a los iones positivos. Estos iones negativos también los podemos encontrar en la naturaleza en lugares como cascadas o lugares donde exista aire puro, y también en atmósferas anteriores a una tormenta eléctrica.
Hoy en día es inevitable tener un televisor, microondas, celular, refrigerador, aspiradora, horno, cocina eléctrica…. y un sinfín de electrodomésticos que nos hacen la vida más fácil pero que nos deterioran la atmósfera de nuestra casa con iones positivos muy dañinos para nuestro descanso y para nuestro estado físico y emocional.
Se recomienda colocar una lámpara de sal en lugares como oficinas, cerca de las computadoras y de los televisores, en habitaciones de fumadores, en el dormitorio de los niños, y en cualquier lugar en el que se quiera mejorar la calidad del ambiente a la vez que se disfruta de su alegre color y su iluminación relajante.
Los estudios científicos dicen demostrar que para que vivamos en un medio ambiente beneficioso, necesitamos una cantidad de iones que oscile entre los 1.000 y 1.500 por centímetro cubico. La realidad es bien distinta. En ambientes cerrados de oficinas o lugares de trabajo donde conviven personas con multitud de aparatos y computadores, se suelen encontrar concentraciones que apenas llegan a los 200 iones por centímetro cubico.
Como posibles soluciones se encuentran las de airear de vez en cuando la habitación, impedir fumar en su interior, instalar ionizadores de aire (son caros), y por supuesto, colocar varias lámparas de sal, cuyo efecto ionizador se ve aumentado si se calientan mediante una ampolleta colocada en su interior.